By Inés Cruz and Leonor Hidalgo Coyle
El futbol, es un deporte en el cual estamos familiarizados a ver como sus máximos exponentes a figuras masculinas con contratos multimillonarios. ¿Pero qué sucede cuando sus jugadores son mujeres? ¿Qué sucede cuando las jugadoras de la selección nacional ganan el mundial de la liga femenina? éxito aun no logrado por el equipo masculino, ¿Deberían tener el mismo salario? ¿Deberían tener los mismos beneficios de entrenamiento y condiciones de viaje que el equipo masculino?

Son preguntas que están revolucionando a una de las industrias deportivas más lucrativas del mundo. La Selección Nacional de Liga Femenina de futbol de Estados Unidos, presentó una demanda contra la Federación de Futbol de Estados Unidos. La causa de acción se basa en la discriminación de género, ya que se alega:  el salario que reciben las jugadoras, los beneficios de entrenamiento y las condiciones de viaje son inferiores al de los jugadores de la selección nacional masculinos, a pesar de los logros obtenidos y de hacer básicamente el mismo trabajo.

A pesar de que, la Federación argumenta que varias jugadoras devengan salarios superiores a los de los jugadores de la liga nacional masculina, la demanda interpuesta sigue en curso. En septiembre del 2019, se intentó resolver el asunto a través de mediación, pero no se llegó a un acuerdo. Por lo que la demanda sigue su curso normal. Lo que es importante resaltar son dos puntos:

  1. Discriminación de género
  2. Y el logro procesal que ha ganado exitosamente la parte demandante que ha sido la certificación de acción de clase.

En el presente artículo, trataremos la discriminación de género. Por favor, ver la segunda parte del artículo, el cual tratara la acción de clase, y la importancia de conocer este mecanismo de demanda para ejercer y dar validez a nuestros derechos.  

Discriminación de Género,

En los últimos años, hemos escuchado hablar mucho sobre la equidad de derechos, que busca evitar desequilibrio en el trato o condiciones por ser quienes somos. Si de alguna forma u otra se nos trata de una manera inferior o peyorativa al resto de compañeros de trabajo, por ser mujeres o ser hombres, estamos en presencia de una discriminación de género.

La leyes Federales y Estatales prohíben que el empleador tome conductas irregulares en contra suya (entre otros motivos) por su género. ¿Qué tipo de conducta da lugar a un reclamo? Si, por ejemplo, le deja de contratar, si le despide, si le disminuyen responsabilidades, no le da beneficios o le pagan diferente por su determinado género.  El objetivo es que sin importar si una persona es mujer o si es hombre reciban el mismo trato si desempeñan un mismo trabajo y cuentan con la misma preparación. De acuerdo a las leyes estatales de Nueva York y Nueva Jersey usted tiene de uno a dos años para presentar sus reclamos en esta materia.

En el caso de la selección nacional de futbol femenino, indican que los salarios, las condiciones de entrenamiento y los beneficios de viaje, no son iguales a los de los hombres, aun a pesar de haber sido campeonas del campeonato mundial de futbol femenino, la selección nacional de futbol masculina recibe superior, sueldo, beneficios y condiciones.

Pero este tipo de situaciones, no solo se dan a lugar en la selección nacional de futbol femenino, sino es un fenómeno de desigualdad que sucede más frecuente de lo que imaginamos en la vida laboral, y en todas las industrias. Si usted considera que, por ser mujer, o por ser hombre esta recibiendo un trato diferente en su lugar de trabajo, usted tiene derechos. Es sumamente importante recordar que, nuestro estatus migratorio no tiene ninguna repercusión sobre nuestros derechos laborales. Si experimentamos disparidades en el ambiente laboral, basados en nuestro género, raza, nacionalidad, entre otras limitadas clasificaciones, tenemos derecho a reclamar un trato equitativo. Es importante ejercer nuestros derechos dentro del tiempo que permite la ley, de lo contrario su reclamo puede caducar, perdiendo su derecho a demandar y recuperar dinero que se le pueda adeudar.

De nuevo, recuerde que tiene derechos, sin importar su estatus migratorio.

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